Esto es un hecho que ha marcado
mi vida. Soy uno antes y otro después. A mis 19 años tuve la oportunidad de conocer,
por primera vez, una comunidad indígena en Guangaje, uno de los cantones más
pobre del país. Posteriormente, a los 22 años, decidí salir de Quito e irme a
trabajar a Alausí en Chimborazo por alrededor de 2 años. Donde pude conocer más
de cerca la vida de las comunidades indígenas.
A partir de esto, ya no
podía ser el mismo citadino urbano, que ve la pobreza y desigualdades desde la
ciudad. Entender cómo se vive en uno de los sectores más discriminados del país,
te marca. El 80% de la población en Chimborazo son indígenas, además, tiene los
niveles más altos de desigualdad y pobreza del país. Ver cómo viven ellos y
cómo miran su situación te golpea ya que no tiene los mismos lujos y “beneficios”
que nosotros tenemos en la ciudad. Lo enriquecedor es poder apreciar la
cosmovisión que tienen estos pueblos totalmente diferentes a la nuestra, la
capitalista y urbana que tenemos en la ciudad.
La manera de ser de la
gente te enseña tanto que me impacta. Por ejemplo, nosotros estamos
acostumbrados a comer 3 veces al día, ellos tienen otra lógica; se levantan a
las 4 cuatro de la mañana, desayunan en la madrugada, trabajan todo el día,
para ellos no existe el almuerzo, llegan a la casa y comen. Aun así viven
tranquilos, en paz, felices, sin estrés.
De esta manera puedes
entender y tolerar mejor los prejuicios que podemos tener con el mundo indígena
cuando les dices que son sucios o vagos. Quien no ha vivido en una comunidad
indígena no debería atreverse a decir esas cosas. Cuando estás a 4 mil metros
sobre de altura, donde no hay agua potable, ni termales, vas a estar varios
días sin bañarte ya que el agua que llega es helada.
Trabaje para una ONG llamada "Visión Mundial" con quien hice varios proyectos de salud y educación con énfasis en los niños. Esto es lo que mas me motivaba y llenaba de fuerza, de alegría y satisfacción; el saber que estábamos invirtiendo en los niños para que ellos salgan de esa situación de imaginación y pobreza
No hay comentarios:
Publicar un comentario